Montenegro: “Visualizamos un 2025 mejor que el 2024, con mayor producción y contención de precios”

El Ministro de Economía citó varios elementos clave para la recuperación económica en 2025, resultado de una combinación de inversión en industrialización, desarrollo de sectores estratégicos y la mejora de la productividad agrícola, entre otros.
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas

La Paz, 26 de diciembre de 2024 (MEFP). – El Gobierno confía en alcanzar la meta de crecimiento de gracias a una combinación de inversión pública y privada, el desarrollo de sectores estratégicos y la mejora de la productividad agrícola. Esto abarca el reimpulso de la minería de plata, así como el inicio de operaciones de la planta siderúrgica del Mutún y de la planta FAME 2, lo que permitirá reducir la subvención del diésel y aliviar el déficit fiscal.

Además, está prevista la inauguración de un número importante de plantas industriales, que incluyen diez plantas de bioinsumos (abonos y agrofertilizantes), plantas frutícolas, procesadoras de cereales y de productos cárnicos. También se establecerán diez plantas procesadoras de papa, cuatro de yuca, cinco de la industria aceitera y tres centros de acopio y almacenamiento. Asimismo, se contempla la explotación de minerales tecnológicos y el aumento de la productividad agrícola.

“Visualizamos un 2025 mejor que el 2024, con una mayor producción y una contención de precios que van a permitir aplacar la tasa de inflación”, dijo el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.

Evaluación

La gestión 2024 estuvo marcada por factores internos y externos que afectaron los precios. La caída del 12,1% del PIB del sector de hidrocarburos al segundo trimestre y una inflación acumulada de 8,82% a noviembre, la más alta en 16 años, evidencian las dificultades que afrontó la economía boliviana.

Los bloqueos prolongados, especialmente en Cochabamba, de 16 días entre enero y febrero, y de 24 días entre octubre y noviembre, dieron como resultado una pérdida aproximada de más de $us3.000 millones y aumentaron la inflación, que alcanzó un 1,64% en octubre. De ese aumento, 1,45 puntos porcentuales fueron consecuencia directa de los bloqueos convocados por el expresidente Evo Morales.

Además, el contrabando a la inversa, la sequía y otros fenómenos climáticos contribuyeron a elevar la inflación. “No ha habido, en la historia, que yo recuerde, consecutivamente, por más de cuatro años, el fenómeno del Niño y de la Niña”, dijo el ministro.

“En 2024 hemos tenido una de las peores campañas agrícolas por la sequía, una sequía que no se había dado en 30 a 45 años. Estamos previendo (para 2025), una normalización en el tema climático”, añadió.

A nivel internacional, el alza de las tarifas de transporte marítimo, el incremento de las tasas de interés y de los precios de los alimentos, agravaron la situación.

“Ningún otro gobierno recibió tantos shocks negativos. Salíamos de la pandemia, no teníamos vacunas, no teníamos pruebas rápidas, no había el personal necesario para atender la pandemia. El presidente Luis Arce tomó la iniciativa, se trajeron más de 10 millones de vacunas, lo que ayudó a la economía a recuperarse. La economía se iba recuperando, íbamos creciendo, y en febrero de 2022 estalló la guerra entre Rusia y Ucrania”, recordó Montenegro.

“Esa guerra ha tenido un impacto perjudicial en la economía mundial, regional y boliviana, elevando los precios del petróleo, del diésel y de la gasolina. Las tasas de interés, que antes eran del 0,5%, han aumentado a un 5%, lo que representa un incremento de diez veces y ha afectado nuestro servicio de deuda externa”, subrayó.

“Entendemos que las tasas de interés a nivel mundial están en un proceso de ajuste a la baja, lo cual también contribuirá a que el servicio de la deuda externa se convierta en un factor significativo de ahorro”, adelantó.

En cuanto a las presiones inflacionarias externas, la tasa de inflación mundial pasó de 2,9% en 2020 a 6,3% en 2021, y a 8,8% en 2022, la más alta registrada en la última década. Se espera que para 2024 la inflación cierre en 5%, aún lejos de los niveles de 2020.

El aumento de las tarifas de transporte marítimo también tuvo un impacto significativo. El costo de transportar un contenedor de 40 pies se incrementó de $us1.674 en 2023 a $us3.946 en 2024, lo que representa un aumento promedio del 136%. El 18 de julio de 2024, la tarifa alcanzó su máximo histórico, alcanzando los $us5.937.

La situación se agravó por el bloqueo a la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que ascienden a un total de $us 1.228,3 millones. Montenegro calificó esta medida como “un atentado a la economía” y cuestionó: “¿Qué economía puede soportar semejantes golpes consecutivos?”.

El comercio exterior presentó una dinámica mixta en 2024. Aunque los primeros tres meses mostraron déficits comerciales, la tendencia se invirtió en los meses siguientes, logrando un superávit de $us183 millones en abril, mayo y junio. Sin embargo, en julio se volvió a registrar un saldo negativo, que se revirtió nuevamente en agosto y septiembre con superávits consecutivos de $us31 millones y $us69 millones.

Sobre el financiamiento externo, las transferencias netas de deuda externa, que habían sido positivas en 2022 con $us310 millones, se volvieron negativas en 2023 con $us-366 millones, y a octubre de 2024 llegaron a $us-854 millones, mostrando un aumento en los pagos por servicio de deuda.

Montenegro insistió en que los créditos pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa, por un total de $us1.228 millones, habrían podido aliviar esta situación. “Todos los ministerios de Hacienda y Economía de la región pueden usar los desembolsos para pagar el servicio de su deuda externa. Nosotros no tenemos eso. Pero hasta el día de hoy, no hemos dejado de pagar la deuda externa y el servicio de la deuda externa”, subrayó el ministro.

Perspectiva

En cuanto a las perspectivas para 2025, el gobierno proyecta un crecimiento del PIB del 3,51% y una inflación del 7,5%. Se prevé una inversión pública de $us4.024 millones, con un déficit fiscal del 9,2% del PIB.

El ministro de Economía citó varios elementos clave para la recuperación económica en 2025, basados en una combinación de inversión pública en industrialización, desarrollo de sectores estratégicos y la mejora de la productividad. Entre los factores más importantes se encuentran:

Una inversión pública significativa de $us4.024 millones en el área productiva y proyectos estratégicos, que impulsarán la economía, especialmente en sectores como la minería, la industria y los hidrocarburos. Entre estos proyectos destacan la Planta de Diésel Renovable (HVO), la industria de química básica, la industria farmacéutica y la planta de envases de vidrio, entre otros.

La expansión y desarrollo del sector hidrocarburífero. En 2025, el gobierno busca potenciar la exploración y explotación de nuevos campos hidrocarburíferos, tarea que no se hizo en los 14 años de gobierno de Evo Morales. “El presidente Luis Arce recuperó el plan [de exploración de Carlos Villegas] y hoy tenemos el descubrimiento de Mayaya X1”, destacó Montenegro.

La industrialización con sustitución de importaciones es otro de los pilares que contribuirán a que 2025 sea, en el plano económico, un mejor año para el país, ya que se prevé la inauguración de decenas de plantas.

El próximo año comenzará a operar la planta de biodiésel FAME 2 en El Alto, lo que permitirá ahorrar en la importación de diésel y contribuirá a reducir la subvención de carburantes. “Este aditivo va a permitir también ahorrarnos un 7% de la demanda. La planta FAME 1 en Santa Cruz permite ahorrar otro 7%, por lo que ya estamos hablando de un 14%”, afirmó el ministro.

También se prevé la puesta en funcionamiento de cuatro plantas de extracción de aceite vegetal para la obtención de diésel económico, más tres centros de acopio y almacenaje de residuos líquidos y una planta de acopio y transformación de aceite usado. 

La Planta Siderúrgica de El Mutún, que tiene capacidad para producir 200.000 toneladas métricas de acero al año, entrará en funcionamiento el primer trimestre de 2025, y permitirá sustituir importaciones por $us200 millones anuales.

“Estas plantas van a generar un ahorro de divisas y reducir el déficit fiscal”, subrayó Montenegro.

A esto se suman la inauguración de una decena de plantas de bioinsumos, entre abonos y agrofertilizantes; plantas procesadoras de frutos de la Amazonia, como piña, almendra, Durazno y Chirimoya y otros; plantas de transformación de granos y cereales, plantas procesadoras de quinua, arroz y trigos y sus derivados, además de plantas de almacenamiento de granos.

En cuanto a la industria cárnica, se prevé el inicio de operaciones de tres plantas piscícolas, una planta procesadora y envasadora de trucha, dos plantas procesadoras de carne de llama y una planta de embutidos cárnicos. A las que se suman 10 plantas procesadoras de papa, prefrita, hojuelas de papa, puré y otros, y cuatro de almidón y harina de yuca.

El gobierno también tiene como objetivo aumentar la producción agrícola para cubrir la demanda interna y exportar el excedente. Esto también incluye el impulso a la investigación y la mejora en la productividad agrícola.

Bolivia también apuesta por la explotación de minerales tecnológicos, como el niobio, que tiene aplicaciones en diversas industrias debido a sus propiedades únicas, lo que podría abrir nuevas oportunidades en el mercado global.

Otro de los pilares de la expectativa optimista respecto a 2025 está en relación con la reducción del déficit fiscal mediante un aumento en los ingresos, gracias a la producción de la planta siderúrgica del Mutún, la sustitución de importaciones de industrias alimenticias y la producción del biodiésel. 

Asimismo, se espera que el redescubrimiento del yacimiento Mesa de Plata permita a Bolivia volver a exportar este mineral.

La incorporación de Bolivia al Mercosur, además, se perfila como una oportunidad clave para dinamizar la economía. El bloque ofrece acceso a un mercado con un PIB combinado de $us3,4 billones y mejores condiciones arancelarias para las exportaciones bolivianas. Además, se abrirán oportunidades para proyectos conjuntos en sectores como energía y transporte, con beneficios en libre circulación, educación y salud para los ciudadanos bolivianos.

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