Uno de los elementos que caracterizó la gestión del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas (MEFP) en los últimos diez años fue la información permanente y transparente de las medidas y resultados de la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) desde 2006.
Así, por décimo año consecutivo, el MEFP presenta la Memoria de la Economía Boliviana 2015 –antes Memoria Fiscal, entre 2006 y 2009– en el que se demuestra, una vez más, el éxito del actual modelo en un contexto internacional adverso.
En efecto, la gestión 2015 inició con un panorama muy adverso para la economía nacional, debido a la caída del precio del petróleo y de otros commodities, la desaceleración de las economías de los países vecinos, la depreciación de las monedas en la región, la ralentización de la economía china, entre otros. Estos sucesos sirvieron de argumento para que una vez más opinadores económicos neoliberales vaticinen un desempeño negativo de la economía nacional para 2015, indicando que en los últimos años el Estado no hizo nada para afrontar este contexto.
Sin embargo, los resultados de la aplicación del MESCP y de las profundas trasformaciones realizadas en el país son claros y contundentes. En 2015, la economía boliviana registró por segundo año consecutivo y por tercera vez en el último decenio el mayor crecimiento del PIB en América del Sur, de 4,8%. Este desempeño es atribuido al dinamismo de la demanda interna, motor que fue reactivado por el MESCP desde 2006 con los continuos incrementos salariales por encima de la tasa de inflación, las transferencias condicionadas en efectivo, como el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy y la Renta Dignidad, pero principalmente con los niveles récord de inversión pública, que se constituyeron en un motor dinamizador de la economía.
Recordemos que en el período neoliberal –que fundamentaba el desarrollo económico en la iniciativa privada, relegando así la participación del Estado en la economía–, los niveles de inversión pública apenas alcanzaron como máximo los $us 629 millones anuales en 2005. Desde 2006, con la implementación del MESCP se reactiva la participación del Estado en la economía en sus roles de empresario, inversionista, planificador, redistribuidor del ingreso, productor, industrializador, banquero y otros, y, a través de la inversión pública, se constituye en la locomotora del crecimiento económico.
Así, desde 2006 la inversión pública registró niveles récord año tras año, alcanzando la cifra histórica de $us 4.892 millones en 2015. Estos recursos fueron destinados a la ejecución de importantes proyectos de infraestructura, productivos y de industrialización, cuyos resultados ya se están percibiendo. Por ejemplo, con la inauguración y funcionamiento de las Plantas Separadoras de Líquidos de Rio Grande y Gran Chaco, el país dejó de importar Gas Licuado de Petróleo (GLP) y se convirtió en un exportador de este energético. Asimismo, para 2016 se tiene previsto la inauguración la Planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo (Cochabamba) que producirá fertilizantes para la exportación y generará mayores ingresos para el país, entre otros proyectos productivos.
Por su parte, los avances importantes en los proyectos de generación de energía eléctrica, como la Planta Termoeléctrica de Warnes, las Centrales Hidroeléctricas en San José, Misicuni, Miguillas, Río Grande, el proyecto de generación de energía eólica Qollpana Fase II, entre otros, permitirán posicionar a Bolivia como el centro energético de la región y se constituirán en una nueva fuente de ingresos para el país.
En el ámbito social, resaltan los Programas de Vivienda Social por medio de los cuales se contribuyó a reducir el déficit habitacional, los programas MIAGUA I, II y III que permitieron incrementar el acceso y la provisión de agua para el consumo humano y riego, los programas de electrificación rural y la Tarifa Dignidad de electricidad que posibilitaron ampliar la cobertura del servicio eléctrico a nivel nacional, entre otros.
De esta forma, en los últimos diez años, el Estado ha redistribuido de manera eficiente los excedentes económicos generados por los sectores estratégicos hacia los sectores generadores de ingreso y empleo, y de manera directa a la población para superar la pobreza. En consecuencia, entre 2006 y 2015 la economía boliviana registró un crecimiento económico sostenido, en promedio de 5,0%, superior al del período neoliberal, de 3,2%. Este desempeño estuvo acompañado de la mejora de otros indicadores sociales, como la reducción de la pobreza extrema, el desempleo y la desigualdad; problemas profundos que no pudieron ser resueltos en el período neoliberal.
Ahora Bolivia es una economía de otras dimensiones, posee una fortaleza que le ha permitido sortear la crisis de 2015 tal como lo respaldaron los organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM).
Las bolivianas y bolivianos podemos estar orgullosos del país que estamos construyendo, ya que está siendo objeto de investigación y es un ejemplo de administración de la economía. Cabe recordar que en noviembre de 2015, el país fue invitado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) a su décima Conferencia sobre “Gestión de Deuda”, para compartir la experiencia boliviana en la administración de la deuda pública, debido a los notables resultados obtenidos en los indicadores de endeudamiento. En efecto, en solo diez años, entre 2005 y 2015, el ratio de deuda externa/PIB mostró una notable reducción de 52% a 18%.
Estos y otros resultados del MESCP durante la gestión 2015 son plasmados en la presente edición de la Memoria de la Economía Boliviana, en la cual, además, se presenta un apartado que describe los principales logros económicos y sociales del MESCP en los últimos diez años.
Invito muy amablemente a las bolivianas y bolivianos, y al público en general, a conocer, analizar y explorar con exactitud los avances importantes en los indicadores económicos y sociales de nuestro país, descritos en el presente documento.
Luis Alberto Arce Catacora
Ministro de Economía y Finanzas Públicas