Favorablemente, la gestión 2014 ha sido otro año en el que la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), instaurado en 2006, ha mostrado resultados satisfactorios a pesar del entorno de desaceleración económica regional y, en general, de una frágil economía mundial.
Así, por segunda vez consecutiva, además de 2009, Bolivia se posicionó como el país con el mayor crecimiento del PIB (5,4%) de América del Sur.
Uno de los elementos fundamentales para el funcionamiento y éxito del modelo es la participación activa del Estado en la economía. En efecto, en el nuevo modelo el Estado asume nuevos roles como el de inversionista, productor, industrializador, banquero, redistribuidor, entre otros necesarios, siendo el principal instrumento para el ejercicio de estos roles la inversión pública.
Otro de los factores esenciales, y que se constituye en una de las bases del MESCP, fue la nacionalización de los recursos naturales y la recuperación de las empresas estratégicas, que permitieron la generación de mayores excedentes que fueron destinados a la inversión y la redistribución, esta última de manera directa a la población a través de las transferencias condicionadas.
Desde 2006, la inversión pública registró un aumento sustancial y se constituyó en el principal eje dinamizador de la economía. En efecto, la construcción de carreteras, caminos, escuelas, hospitales, la creación de empresas públicas productivas, los proyectos de industrialización, la inversión en plantas generadoras de electricidad, el desarrollo de programas y proyectos para mejorar y ampliar la provisión de servicios básicos y otros, implicaron un movimiento económico importante en cuanto a generación de empleo y producción de bienes y servicios. Por ejemplo, entre 2005 y 2013 la tasa de desempleo se redujo de 8,1% a 3,2%, respectivamente, y la economía registró un crecimiento promedio de 5,1% (2006 – 2014) superior al 3,0% del período neoliberal (1985 – 2005).
Es de destacar que otra virtud de este modelo, es la combinación del aspecto económico con lo social. En ese marco desarrollamos políticas sociales como las transferencias condicionadas en efectivo, que son el Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy y la Renta Dignidad, incrementamos sustancialmente el salario mínimo nacional que permanecía congelado entre 2003 y 2005, determinamos una política de aumento del salario básico por encima de la tasa de inflación, además de otros programas como la Tarifa Dignidad, MIAGUA I, II, III, para que más bolivianos y bolivianas puedan acceder a los servicios de energía eléctrica, agua potable, alcantarillado y saneamiento básico. Siendo el resultado principal la reducción de la pobreza extrema, de 38,2% en 2005 a 18,8% en 2013, es decir más de dos millones de personas con mejor condición social.
Con estas medidas logramos reactivar el motor de la demanda interna, un elemento que fue olvidado y rezagado durante todo el período neoliberal, que sólo apostaba a la demanda externa bajo el lema de “exportar o morir”. Gracias a la demanda interna el país pudo enfrentar con éxito los embates de la crisis económica internacional y la caída de los precios de los commodities como ocurrió en 2009, 2011, 2013 y 2014.
Bolivia ya no es la de antes –rezagada, sumida en la pobreza, con alto desempleo, desigualdad social, bajo crecimiento económico, dolarizada y dependiente del mercado externo–, ahora tenemos una economía sólida y bolivianizada, con resultados económicos positivos e históricos que se reflejan en el crecimiento económico sostenido, niveles récord de reservas internacionales, bajo nivel de endeudamiento en relación al producto, menor pobreza extrema y desempleo y la mayor igualdad en la distribución del ingreso, además de un proceso industrializador en marcha.
Estos y otros resultados fueron reconocidos, no sólo en el país, sino también por organismos internacionales como la CEPAL, FMI, Banco Mundial, medios de comunicación como CNN, The New York Times, Financial Times de Inglaterra, Radio Nacional de Suecia, la revista América Economía, O Globo de Brasil y Telesur de Venezuela, además de universidades extranjeras. Así, en 2014, a solicitud de estas entidades, el Modelo Económico Social Comunitario Productivo y sus resultados fueron socializados en Universidades de Estados Unidos como Harvard (Boston), Pittsburgh (Pensilvania), Ana G. Méndez (Miami), además de exposiciones a residentes bolivianos en Nueva York, Washington, Madrid y Barcelona en España, Bérgamo y Milán en Italia, Buenos Aires en Argentina, entre otros.
El detalle y explicación de los resultados obtenidos en la gestión 2014 y las acciones realizadas por el Gobierno Nacional para el logro de los mismos, son presentados en esta versión de la Memoria de la Economía Boliviana, que se constituye en una herramienta de transparencia de la información económica y de las finanzas públicas del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Invito muy amablemente a las bolivianas y bolivianos, investigadores, estudiantes y al público en general a conocer y analizar con detenimiento los logros alcanzados por el país en el ámbito económico, plasmados en el presente documento.
Luis Alberto Arce Catacora
MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS PÚBLICAS