El año 2010 consolida lo que hemos denominado una gestión macroeconómíca responsable y satisfactoria para la economía boliviana, que se viene aplicando desde 2006 y que responde a un planteamiento totalmente diferente al que gobiernos anteriores habían adoptado con resultados pobres en términos de bienestar para la sociedad boliviana.
Los resultados obtenidos de la aplicación del actual modelo económico boliviano, son la muestra de que no se necesitan de esquemas foráneos impuestos y que lo único importante es saber qué necesitamos los bolivianos para desarrollarnos y mejorar nuestra calidad de vida, "el vivir bien".
Por un lado, el modelo se sustenta en la redistribucíón de la riqueza desde sectores extractivos como son el de los hidrocarburos, minería, energía y recursos naturales, a sectores intensivos en mano de obra y generadores de valor agregado como es la industria manufacturera, industria manufacturera, el turismo, la vivienda y transporte, ello permite que estos sectores olvidados por el viejo modelo con patrón primario exportador, se desarrollen logrando aumentar la capacidad de oferta e ingreso interno en la economía.
Por otro lado, están todas las políticas de redistribución del ingreso vía transferencias condicionadas como el Bono Juancito Pinto, la Renta Dignidad, el Bono Juana Azurduy, además de diversas políticas aplicadas que permiten redistribuir el ingreso, no sólo en forma monetaria sino en oportunidades tangibles para el acceso al capital productivo, a través del crédito que otorga el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) a pequeños, medianos y grandes productores, el Fondo Propyme Unión que facilita la otorgación de garantías a créditos de productores agropecuarios que anteriormente no podían acceder a un crédito por falta de garantías, a esto se sumará el seguro agrícola que distribuye los riesgos de un sector muy golpeado por la crisis climática mundial.
El secreto del éxito del modelo económico boliviano radica en el potenciamiento del mercado interno paralelamente a la existencia del mercado externo, potenciamiento con las medidas comentadas en párrafos anteriores, que se ha traducido en un aumento sin precedentes del ingreso per cápita de los bolivianos, el mismo que ya se ha duplicado en estos últimos cinco años, y permitiendo que por primera vez un gran segmento de la población boliviana acceda a servicios básicos como la electricidad, agua y gas.
Luis Alberto Arce Catacora
MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZQAS PUBLICAS