A partir del año 2006 Bolivia inicia un proceso de profundos cambios que tienen como objetivo la construcción de un Estado digno, productivo, democrático y soberano. Hay una reorientación del desarrollo, con nuestro gobierno se plantea un crecimiento con estabilidad y justicia social; para ello se establecen políticas económicas que favorecen una distribución más democrática del ingreso y de la riqueza.
Durante este año hemos trabajado bajo este nuevo esquema de Estado, orientando las políticas fiscal, monetaria y cambiaria hacia los objetivos fundamentales de nuestro Plan Nacional de Desarrollo, en el que se establece un equilibrio entre el cambio deseado y la necesaria estabilidad financiera como requisito para alcanzar este cambio.
En este sentido, uno de los logros más destacados de esta gestión fue la mejora en las cuentas fiscales a partir de la generación de nuevos y mayores ingresos genuinos para el Estado boliviano, principalmente gracias a la recuperación de nuestros hidrocarburos que junto a la política de austeridad, generaron una histórico superávit fiscal de 4,58% del Producto Interno Bruto, lo cual no se había registrado hace más de 66 años en nuestro país.
Estos nuevos ingresos permitieron comenzar la atención de las centenarias necesidades insatisfechas de la población, especialmente de los sectores más postergados. Luego de tres años, se ha incrementado el salario mínimo nacional. Y con la reducción de sueldos del personal jerárquico del Poder Ejecutivo y otras instituciones, se pudo aumentar el número de ítems en salud y educación. Asimismo se ejecutó una política de protección social mediante el bono a la permanencia escolar “Bono Juancito Pinto”, la cual benefició a más de un millón de nuestros niños y niñas de las escuelas públicas.
Algo muy importante de resaltar es que no se utilizaron gastos reservados, ya que aplicamos una política de transparencia que facilita a la sociedad civil el acceso a la información de las finanzas públicas.
Por primera vez se ha efectuado un programa financiero soberano y no uno con el Fondo Monetario Internacional, y hemos podido apreciar una recuperación del sistema financiero, habiendo obtenido ganancias luego de varias gestiones con resultados negativos. Igualmente, se ha observado una mejora en los flujos de inversión extranjera directa recibidos por el país, que revirtieron el flujo negativo que registró la inversión externa en la gestión 2005.
Debido principalmente al comportamiento de la balanza comercial, la Balanza de Pagos cerró con un superávit cercano al 4% del PIB, algo que no ocurría desde hace casi 10 años.
La inflación en el periodo se ha mantenido por debajo del 5% y el tipo de cambio del boliviano frente al dólar estadounidense casi no se ha modificado en 2006. Más al contrario, el boliviano ha tenido una apreciación nominal frente a dicha moneda. El manejo de la política monetaria y cambiaria ha sido efectiva y ha permitido además continuar la tendencia de bolivianización de nuestra economía.
Otro aspecto destacable es que nuestras Reservas Internacionales Netas han continuado creciendo hasta situarse en casi US$ 4.000 millones, lo que garantiza nuestra moneda nacional así como la estabilidad de precios, y por lo tanto el tipo de cambio.
El panorama descrito anteriormente muestra una economía estable y en expansión, con los principales indicadores en sus mejores niveles históricos y con un nivel creciente de recursos fiscales que permiten financiar una fuerte expansión del gasto público orientado a la reducción de la pobreza y la inversión productiva.
Cabe señalar que la situación económica actual no sólo es consecuencia del contexto externo favorable, también es producto de la implementación de adecuadas políticas económicas; pero sobre todo es el resultado de la aplicación de la nueva visión de nuestro gobierno y sus medidas de cambio estructural.
Este año hemos dado un paso significativo; pero todavía nos queda un largo camino por recorrer en la consolidación de una Bolivia digna, productiva, democrática y soberana para vivir bien. Con la promesa de seguir trabajando de manera comprometida con nuestro país, tengo la grata satisfacción de presentar al pueblo boliviano, nuestra Memoria Anual Fiscal 2006.
Luis A. Arce Catacora
Ministro de Hacienda